El objetivo es desarrollar habilidades y destrezas en la población hospitalaria y público en general, optimizando los recursos humanos y económicos en la atención de víctimas con el fin de enfrentar con éxito el manejo inicial de RCP.
La enfermedad cardiovascular es la principal causa de muerte en todo el mundo representando las paradas cardiacas un problema social sanitario y económico de gran magnitud. La muerte súbita en nuestro país produce entre 30 y 40 mil muertes al año, alrededor de una muerte cada 15 minutos. En tanto las causas de una muerte súbita son en un 90% a 95% de los casos por ataques cardíacos. El porcentaje restante entre un 5% y un 10% tiene su origen en una multiplicidad de causas también frecuentes tales como la asfixia, intoxicación por gases tóxicos, electrocución, sobredosis de droga, traumatismos, accidentes cerebro vasculares, atragantamiento, ahogo por inmersión, etc.
La emergencia que surge de un paro cardíaco es tal que, por cada minuto que un paciente transcurre sin atención, disminuye un 10% su probabilidad de sobrevida. En esta situación entre 3 y 5 minutos después de producido el paro cardiorespiratorio, comienza la muerte cerebral. Por estas razones la aplicación inmediata de técnicas de reanimación cardiopulmonar resulta fundamental hasta el arribo del auxilio de emergencia médica especializada. Es demostrado que la reanimación cardiopulmonar precoz efectiva aumenta entre 2 y 3 veces la posibilidad de sobrevida y disminuye las secuelas que sufre una víctima de paro cardiorespiratorio y solo puede ser realizada por personas que se encuentran circunstancialmente próximo a la víctima.
Las técnicas actuales de RCP básicas se han simplificado y pueden ser aplicadas por cualquier persona luego de recibir una capacitación sencilla que no requiere poseer habilidades especiales. Por último la instrucción de técnicas de RCP es una acción solidaria, cultural, simple y económica.