Ahora bien, en un principio es importante saber que los aerosoles son las partículas que emanamos al respirar, toser o hablar y que pueden quedar suspendidas en el aire.

Por otra parte, resulta interesante tener en cuenta que el virus puede alcanzar a otras personas que estén a corta distancia a través de gotas de saliva y gotículas. Por lo tanto, los aerosoles pueden transmitir el virus a distancias más largas al quedar suspendidos en el aire. “Cuanto más tiempo, más se impregna”.

Ante esta información dada a conocer sobre los aerosoles y el peligro de contagio que representan, desde el Ministerio de Salud y Ambiente se aconseja ventilar de manera constante los distintos espacios. No basta con cinco minutos.

Además se recuerda que es necesario usar el tapabocas porque evita que se propaguen las gotas y gotículas; y mantener la distancia de dos metros.

De esta manera, nos cuidamos y cuidamos a todos y todas.