La Reumatología Infantil es una especialidad que continuamente avanza en cuanto a los tratamientos que brinda. En este sentido, es muy importante la detección temprana de la enfermedad ya que en la actualidad, los pacientes que tienen o que pueden llegar a padecer una enfermedad reumatológica con la medicación adecuada viven una vida absolutamente normal.
Al respecto, la especialista en Reumatología Infantil, doctora Vanesa Deves señaló que la reumatología infantil no sólo abarca las enfermedades articulares y las musculo esquelética, que es lo más frecuente y se relaciona con los adultos, sino que también abarca muchas otras enfermedades. “Tenemos una especialidad que trabaja a través del diagnóstico de descarte con enfermedades en las que tal vez los chicos llevan dos meses de fiebre y no se sabe la causa”, explicó la profesional,
Y detalló que “existen muchas enfermedades que están mediadas por anticuerpos, que no comprometen solamente a las articulaciones, sino que son enfermedades autoinmunes, absolutamente tratables y que si se diagnostican a tiempo, permite los chicos vivir una vida normal”.
Después del año de edad ya hay enfermedades reumáticas que se pueden prevenir y que se pueden diagnosticar perfectamente. No hay ningún análisis específico que se pueda realizar sino que es la suma de síntomas y el descarte de otras enfermedades. En este sentido, es importante el rol del pediatra que debe estar atento a los síntomas, como por ejemplo, pacientes que presenten mucho tiempo de dolor muscular o la inflamación de alguna articulación, y derivarlo al especialista.
Por otro lado, la especialista manifestó que si bien en Argentina no hay una estadística sobre esta patología, porque son muy pocos los reumatólogos infantiles en todo el país, en el mundo la enfermedad más frecuente es la artritis idiopática juvenil, afectación de las articulaciones o de los músculos, y eso se da en 1 cada 1000 pacientes.
Sobre esto, señaló que si bien no es tan infrecuente el problema radica en la detección de los casos y subrayó que las pesquisas deben apuntar al niño o la niña “que no pueda hacer gimnasia, que se le inflame alguna articulación, o que tenga un traumatismo que en vez de durar tres días dura muchísimo más”.