Al respecto y tras una puesta en escena que se ganó toda la ovación del público riogalleguense, Andrés Fernández Cabral, expresó su enorme alegría “por haber representado esta obra tan significativa para la movida cultural de los años 80, cuando los argentinos volvimos a la democracia”.

“Esta obra se contextualizó en lo que se conoce como “Teatro Abierto” que, de hecho, generó otras movidas como Poesía Abierta, Plástica Abierta, Música Abierta, constituyendo así la resistencia cultural de los artistas argentinos que veían que su arte no tenía espacio en la esfera nacional”, reseñó, al enfatizar que “muchísimos actores no tenían cabida  en eventos nacionales ni eran convocados por los teatros oficiales”.

“En la noche de estreno, gente enviada por el Ejército Argentino incendió con bombas molotov el Teatro El Picadero, lugar en donde se representaban estas piezas, entonces ésta y otras obras no pudieron seguir representándose, pero gracias a esta tragedia, casi todas las salas céntricas e independientes de Buenos Aires, comenzaron a abrir sus puertas nuevamente a los actores y dramaturgos”.

“Para la preparación de esta obra, llevamos casi un mes de ensayo” aseguró, Cabral al añadir, finalmente que “para mí como actor invitado a trabajar con el equipo de la Secretaría de Estado de Cultura es muy placentero, ya que disponemos de un espacio físico como la sala Luis Villarreal y con ello tenemos una importante continuidad y podemos ensayar todos los días sumado a que con Rafi Castillo nos conocemos hace 25 años en la actividad teatral”.