• Consejo Provincial de Educación - Viernes, 17 Octubre 2025

Próximos egresados de la Escuela Agropecuaria Provincial N°1 plantaron un monte frutal como legado educativo

En una jornada que fortaleció el vínculo entre educación, familia y producción, la Escuela Agropecuaria Provincial N°1, de Gobernador Gregores, llevó adelante el proyecto “Raíces que Quedan – Plantación de Frutales como Legado Educativo”.

Con la participación de más de 25 familias, los estudiantes del último año de la Tecnicatura en Agronomía realizaron la implantación de 60 ejemplares de cerezo, buscando dejar un legado simbólico y tangible de su paso por la institución.

En ese sentido, la elección del cerezo (Prunus avium) no fue casual: se trata de una especie clave en la matriz productiva de Santa Cruz y el único fruto que la provincia exporta. Al trabajar con este cultivo, los estudiantes aplican conocimientos técnicos y se conectan con la cadena de valor regional, comprendiendo desde la práctica el potencial productivo de su tierra.

Al respecto, el director de la institución, Germán Seeber, destacó que la propuesta “materializa los saberes teóricos en fruticultura, manejo de suelos y uso sustentable de recursos, consolidando competencias técnicas en un proyecto real, mientras se fomentan valores como el sentido de pertenencia, la responsabilidad y el trabajo en equipo”.

Además, resaltó la participación del Técnico Agrónomo Antonio Jomñuk, egresado de la escuela, quien acompañó la actividad brindando sus conocimientos sobre el cultivo del cerezo.

En tanto, Astrid Freiheit, madre de un alumno y colaboradora en la gestión de la compra de frutales, expresó que “el agro es un sentimiento y con esta actividad queremos materializarlo. Es loable la predisposición de los padres en donar los frutales y participar activamente”.

Finalmente, la auxiliar docente y una de las organizadoras del proyecto, Victoria Kovacic, subrayó que “cada árbol se convierte en un testimonio vivo de la historia institucional”. También detalló que las futuras cohortes se encargarán de su cuidado, integrando tareas de mantenimiento y poda en sus prácticas, consolidando este espacio como un monte frutal productivo, un aula a cielo abierto y un símbolo del compromiso de la educación agropecuaria con el desarrollo sostenible de Santa Cruz.

Galería de imágenes