Una representación visual y verbal de lo que pasa después de lo que nos pasa. ¿Ahora qué hago?, un tormento de meses que encontró su respuesta en el arte, una herramienta que sabe ser refugio y denuncia.
Comienza un proceso intenso, desordenado y en iguales partes, oscuro y luminoso que se atraviesa y registra desde el arte; un proyecto de mix media e instalación artística que busca ser fiel a un proceso en donde conviven las partes más grotescas y esperanzadoras del camino que se irrumpe como consecuencia de la decisión de una persona - o varias - que no termina en una mala noche, mala semana o mal año para quien, sin quererlo ni buscarlo, tiene que lidiar con las consecuencias de los actos de un otro, de las decisiones de un otro, de las violencias de un otro.
Bitácora: “Jardín de Mariposas” busca dar espacio a lo que ocurre detrás de escena, en las sombras, en la soledad. La mariposa es símbolo en muchas culturas de la impermanencia, de la inestabilidad de la vida terrenal, así como también de la capacidad de transformación, posibilidad, liberación y metamorfosis.
La oruga no sabe que se va a convertir en mariposa, en su proceso una parte de ella necesita morir para que la otra avance y, a su vez, la mariposa en el fondo siempre será en parte una oruga.
Según la autora, muchas de las historias que están dentro de Jardín de Mariposas, se podrían haber evitado si quienes miraron naturalizando hubieran actuado, si quienes sospechaban no se hubieran quedado en el molde; si la tibieza de está sociedad no estuviera instalada como regla.
“Estas son nuestras historias, nuestras verdades. No elegí lo que me pasó, pero elijo cómo contarlo y cómo vivirlo a partir de ahora”, manifiesta Valentina, a lo que afirma “se trata de una muestra que busca ser refugio y crítica, la historia de una y la vida de todas, esto es Bitácora: Jardín de Mariposas”.
Para quienes no puedan asistir en el horario de presentación oficial, la muestra se reinaugurará el mismo día 7 de noviembre a las 18 hs en Casa de Santa Cruz, 25 de Mayo 279.