Con una decisión unánime, el Concejo Deliberante de Puerto Deseado ha establecido la importancia de proteger y conservar los bosques de macroalgas, en particular la especie Macrocystis pyrifera, también conocida como cachiyuyo. Esta acción pone en primer plano la relevancia ecológica de estos ecosistemas submarinos, y su crucial papel en la biodiversidad marina y el desarrollo sostenible de la región.
Desde el Concejo Deliberante de Puerto Deseado, Marcelo Vidal señaló la importancia de esta declaración, resaltando la necesidad de coordinar esfuerzos, remarcando que se trata de: “Aunar criterios con las acciones que se destinan a la protección, a la conservación de los bosques de algas. Asumiendo como una política de Estado y replicando lo que se ha hecho ya en Puerto Santa Cruz, como ejemplo, y en todo el litoral costero de la provincia".
Al mismo tiempo, el secretario de Ambiente de la Provincia, Sebastián Georgión, destacó la iniciativa: “Puerto Deseado es una comunidad con un fuerte vínculo con el mar y siempre ha marcado el rumbo respecto a la importancia de conservar nuestros valores naturales”.
Por su parte, el concejal Mateo Brunetti consideró que esta declaración de interés: “Es un puntapié más que interesante. Es muy importante proteger, pero también conscientizar para lograr introducir conceptos que hacen a un desarrollo sostenible". Brunetti subrayó la interrelación entre la industria y el ambiente: "Soy ambientalista popular, considero que industria y ambiente no son asuntos separados. Muy por el contrario, creo en un Estado fuerte, consciente sobre el rol que le toca ocupar y siempre buscando detectar posibles daños ecológicos que deben ser prevenidos y evitados".
Este esfuerzo conjunto entre el sector público y privado, incluyendo la colaboración con la Fundación Por el Mar, busca generar consciencia sobre el valor biológico, cultural y social de los bosques de macroalgas. Con esta resolución, Puerto Deseado comienza a trazar un mapa costero de localidades que buscan asegurar la protección de estos valiosos ecosistemas marinos, reafirmando su compromiso con el desarrollo sostenible y la preservación del ambiente para las futuras generaciones.
La resolución se fundamenta en la Constitución Nacional y Provincial, así como en la Ley General del Ambiente, que establecen el “derecho a un ambiente sano y equilibrado y obligan a la preservación del patrimonio natural y la biodiversidad”. Además, se destaca el rol fundamental de los bosques de macroalgas en la absorción de dióxido de carbono, y la generación de oxígeno, así como su función como hábitat para numerosas especies marinas de valor económico y ecológico.
Sobre este punto, la comunidad científica ha enfatizado la importancia de estos bosques para la sostenibilidad de actividades como la pesca y el turismo, fundamentales para la economía local. Estos ecosistemas submarinos no sólo proporcionan un hábitat significativo para especies de alto valor comercial, como la centolla, el calamar y el pez gallo, sino que también contribuyen a mantener la salud general del ecosistema marino, lo que a su vez sostiene las poblaciones de peces y otros organismos marinos. Además, la belleza y biodiversidad de estos bosques atraen a turistas y buceadores, generando ingresos y fomentando el desarrollo del ecoturismo en la región.