La cartera sanitaria brindó un curso intensivo denominado Manipulador de Alimentos, cumpliendo las normas vigentes del Código Alimentario Argentino. La capacitación, dictada por los expertos Gladys Amelia Vera y Miguel Zapata, se realizó en el auditorio del Hospital Regional Río Gallegos y estuvo dirigida principalmente a personal de hogares de niños y ancianos.
El objetivo principal del curso fue fortalecer los conocimientos y habilidades del personal en el manejo seguro de alimentos, garantizando así la calidad y seguridad de los productos que se sirven en estos establecimientos. La capacitación, con una duración de 8 horas, abordó temas como: Prevención de enfermedades transmitidas por alimentos: Se explicaron las principales bacterias que pueden contaminar los alimentos y las medidas para evitar su proliferación; Higiene y desinfección: Se enseñaron las técnicas correctas de limpieza y desinfección de utensilios, equipos y superficies. Conservación de alimentos: Se brindaron recomendaciones sobre los métodos adecuados para almacenar los alimentos y mantener su calidad y Lectura de etiquetas: Se explicó cómo interpretar la información nutricional de los productos y elegir opciones saludables y seguras.
Al finalizar el curso, los participantes rindieron un examen para obtener el carnet de manipulador de alimentos, un documento obligatorio para todos aquellos que trabajan en contacto directo con alimentos. Este carnet, con una validez de 3 años en todo el territorio argentino, garantiza que el portador cuenta con los conocimientos necesarios para manipular alimentos de manera segura.
Gladys Amelia Vera, a cargo de la capacitación, destacó la importancia de esta iniciativa: "La seguridad alimentaria es fundamental para la salud de todos. Con este curso, buscamos capacitar al personal de nuestros establecimientos para que puedan manipular los alimentos de manera segura y responsable".
El Ministerio de Salud y Ambiente tiene como objetivo ampliar esta propuesta a todo el personal de salud de la provincia y, posteriormente, abrir la inscripción al público en general. De esta manera, se busca fomentar una cultura de seguridad alimentaria en toda la comunidad.
