La decisión fue tomada durante la segunda reunión presencial del año del Consejo Federal de Salud (COFESA), que encabezó la ministra de Salud nacional, Carla Vizzotti, en el Museo de Casa Rosada, y de la que participó el ministro de Salud y Ambiente Claudio García.
La recomendación también cuenta con el aval de la Comisión Nacional de Inmunizaciones y respecto a la vacunación de personas gestantes el ministro sostuvo que nuestro país sigue las normativas del Consejo Nacional de Inmunizaciones el cual plantea claramente cuál es la indicación de vacunación de personas embarazadas.
Pueden optar por vacunarse aquellas embarazadas, mujeres en período de lactancia, personas inmunocomprometidas o con enfermedades autoinmunes, que además:
-presenten un riesgo de exposición alto a la infección por SARS-CoV-2, y que el mismo no pueda evitarse: personal de salud, personal estratégico (definición disponible en Lineamientos Técnicos anteriormente citados), personal docente y no docente (de nivel inicial, primario y secundario).
-presenten enfermedades subyacentes que los incluyan dentro de los “grupos de riesgo alto de complicaciones graves y/o muerte por COVID-19”: diabetes, obesidad grado 2 o mayor (IMC mayor o igual a 35 kg/m2), y/o enfermedades crónicas renales, respiratorias o cardíacas.
Esta recomendación se sustenta en la necesidad de realizar una evaluación individualizada del beneficio que puede ofrecer la vacunación en estas condiciones especiales (embarazo, lactancia, inmunocompromiso y enfermedades autoinmunes) en caso de poblaciones de alto riesgo, teniendo en cuenta que:
-el riesgo de presentar eventos adversos graves es muy poco probable (al no tratarse de plataformas a virus vivos y atenuados).
-la contraindicación de la vacunación en población de riesgo por falta, fundamentalmente, de evidencia en relación a la eficacia vacunal en estas condiciones especiales, dejaría expuesto al individuo a un alto riesgo epidemiológico considerando su mayor vulnerabilidad.
Se recomienda también la interacción o consulta previa con personal de salud idóneo que brinde la información pertinente previo al acto de vacunación, en función de priorizar la decisión personal e individual de recibir la vacuna, evaluando el beneficio que ofrece la vacunación en relación al potencial riesgo de recibirla, y conociendo las condiciones actuales en las que se encuentran los conocimientos científicos en relación a datos de seguridad y eficacia. Se recomienda también el seguimiento clínico posterior de esta población en situaciones especiales, en caso de decidir vacunarse.
Al respecto, el ministro García explicó que en esta excepción tienen una vital participación los obstetras o ginecólogos que realizan el seguimiento de los embarazos porque en aquellas personas inmunocomprometidas o con enfermedades autoinmunes que formen parte de la población objetivo a vacunar pueden llegar a ser vacunadas. “Pero fundamentalmente este acuerdo debe ser consensuado entre el profesional médico y el paciente para que la vacuna sea administrada para generar inmunidad”, agregó.
En este aspecto, el funcionario resaltó que “la recomendación de Nación es que aquellas personas embarazadas que tengan estas características o aquellas que realmente no tengan patologías, pero que en forma conjunta con su obstetra consideren que tienen que ser vacunadas, le hagan la certificación correspondiente indicando la vacuna y de ese modo van a poder acceder a los sistemas de vacunación que tenemos en nuestra provincia”.
Por último, remarcó que si bien la vacuna no está aprobada para embarazadas ya que está en fase de experimentación. “Cada embarazada con su médico de cabecera que realiza el control del embarazo tomen la decisión y que el médico haga el certificado que corresponde para poder administrar la vacuna en ese consenso o en esa interacción que tiene que haber médico-paciente y en el cual nosotros como gestores en el proceso vacunación lógicamente la vamos a respetar”, agregó.
Argentina al igual que otros países del mundo, está implementando una estrategia de vacunación escalonada y en etapas, en la que se irán incorporando distintos grupos de la población objetivo en forma simultánea y/o sucesiva, sujeta al suministro de vacunas y priorizando las condiciones definidas de riesgo.