Patricia Parada comentó que participaron de la jornada de trabajo el alumnado de 5º, 6º y 7º grado del turno mañana, un grupo de niños y niñas de 11 a 13 años y luego se trabajó con los más chiquitos de 1º a 4º grado que tienen entre 6 y 10 años. Durante la mañana se aplicaron un total de 35 vacunas, y durante la tarde lo propio al ingreso escolar fue de 29 vacunas aplicadas.
Las vacunas son una herramienta fundamental para la prevención de las enfermedades infecciosas. Hay ciertas vacunas que están indicadas a esta edad y otras requieren de refuerzos.
Es importante que niñas y niños de 11 años reciban las vacunas adecuadas ya que en la pre adolescencia y adolescencia para reforzar los esquemas que los chicos recibieron en la infancia.
Las vacunas para los 11 años son:
- VPH (Virus del Papiloma Humano): indicada para varones (nacidos a partir del año 2006) y mujeres (nacidas a partir del año 2000) de 11 años de edad. El esquema consiste en 2 dosis separadas por un intervalo mínimo de 6 meses.
- Meningococo: una única dosis.
- Hepatitis B: Primero, una dosis. Al mes, la segunda dosis. A los 6 meses de la primera dosis, aplicar la tercera y última. De tener un esquema incompleto, se aprovechará para completar las dosis faltantes.
- Triple bacteriana acelular: una única dosis.
- Fiebre amarilla: chicas y chicos que viven en zonas de riesgo, corresponde 1 dosis de refuerzo. De tener un esquema incompleto, se aprovechará para completar las dosis faltantes.
La actividad con el turno tarde consistió en el control a los más chiquitos del establecimiento aplicando las vacunas que reforzarán la protección recibida durante los primeros meses de vida contra enfermedades y que son indispensables para mantener una protección duradera.
Las vacunas de la etapa escolar no solo previenen o evitan la transmisión de enfermedades no eliminables (por ejemplo, la tos convulsa, el tétanos y la difteria) y de algunas que por lo general son benignas, (como las paperas), sino que son claves para mantener a nuestro país libre de enfermedades muy serias, como el sarampión, la rubéola y la poliomielitis.
Al vacunar a nuestros hijos/as contra esas enfermedades, disminuye su circulación, con lo que beneficiamos también a la familia, a los compañeros que tienen contraindicaciones para vacunarse y al resto de la comunidad.
Desde el Ministerio de Salud recordaron que es muy importante revisar la libreta de vacunación de nuestros hijos/as junto a su pediatra para estar protegidos de las enfermedades.