“Hoy somos testigos desde la institución, del compromiso asumido por nuestro Gobernador y nuestro ministro de Seguridad, para con nosotros. Hace poco menos de un año, se prometían refacciones para la dependencia de nuestra institución. Ahora, después de años de espera, podemos ver imágenes de obras reales y dependencias mejoradas”, manifestó Agüero.

Hoy, la Escuela de Policía, “a casi 30 años de su inauguración y después de muchas promesas puede empezar a soñar con aulas nuevas, un alojamiento, un comedor para delegaciones, como así también un gimnasio propio. Algo indispensable hace pocos meses”.

Asimismo, la autoridad de la Policía santacuceña destacó que se inició con la distribución de las tan esperadas camperas, cumpliendo con la promesa de ser entregadas antes del comienzo del invierno. Conforme la planificación realizada, ya se entregaron las mismas en la localidad de 28 de noviembre y Río Turbio, y se proseguirá con El Calafate, El Chaltén, y tres largos, e igualmente se comenzó con Río Gallegos. Es decir, las ciudades que más temprano reciben el frío.

Por otra parte, Agüero hizo hincapié en los ascensos: “En forma extraordinaria e histórica se llevó a cabo una actualización de los puestos de ascensos para las jerarquías superiores. Nuestra Policía, consecuencia de muchos años sin cambio y con ascensos reducidos, formó y generó un cuello de botella”.

“Tener la posibilidad de alcanzar la máxima jerarquía o desear integrar la cúpula policial era casi nula. Eso trajo aparejado en su momento, que muchos no vieran, y me incluyo, un futuro promisorio dentro de la fuerza. Estamos trabajando en un cambio. Hoy los cargos de Jefatura son seleccionados por concursos, capacidad y competencia”, continuó.

En este sentido, le dirigió un mensaje a quienes recibieron el ascenso, el cual “refleja el reconocimiento esperado de parte de los superiores, no solo al trabajo realizado sino también a la parte que no se ve: a nuestros esfuerzos, a nuestros riesgos, a nuestros desvelos, a las amarguras, igualmente; a días largos, noches en la calle; pero por sobre todo, a momentos lejos de nuestra familia. Es por este motivo que el día de hoy es un día para celebrar. Reconocemos públicamente a aquellos que generalmente no eran reconocidos; a los que se van orgullosos por llegar al final de la carrera y también a los que ascienden; porque se confía. Confíen en ustedes, en que tienen las actitudes y las aptitudes necesarias para asumir la responsabilidad propia de la promoción superior y de las que ya son parte. Los que se van, a partir de ahora, pueden empezar a disfrutar su merecido retiro”.

“A los que ascienden, siéntanse orgullosos de lo que son y de la trayectoria que han conseguido. A partir de ahora, el prestigio de la jerarquía alcanzada descansa solamente en ustedes y solo le pedimos, con convicción e independencia de oficio, para expresar lo que sienten en el bien del servicio, y dejando de lado las cuestiones personales; coraje, para ejercer el mando con honestidad y justicia; responsabilidad y decisión, para concretar las misiones impuestas; aplomo para actuar con seguridad y serenidad. Sobre todo, ser ejemplo”, añadió el Comisario General.

Por último, ante todos los presentes, el jefe de la Policía expresó su apoyo a cada uno de los efectivos, en este camino de “lograr la Policía que anhelamos”, y “recuerden que formamos parte de una institución que mira hacia adelante, formada por hombres y mujeres con profundo amor a la función y cuya misión principal es cumplir con su rol profesional, de defender hasta con nuestra vida, la sociedad y los derechos”.

“Somos Policías y debemos sentirnos orgullosos de ello. Felicitaciones por el ascenso, por el merecido descanso y muchas gracias”, subrayó.