El personal policial había emitido avisos de emergencia, tras haber pasado entre 5 y 6 días sin combustible, comida y calefacción, pero desde la empresa a cargo se había informado (falsamente) a la Policía Provincial, que los mismos contaban con los víveres y el combustible necesario para estar allí.
Las intensas nevadas y el congelamiento posterior complicaron la situación, afectando también a otros cuatro operarios de la empresa que estaban en el lugar; uno de ellos con diabetes y sin medicación, lo que requirió asistencia adicional por parte de los policías.
En ese momento se esperaba el relevo de los ocho efectivos, el día sábado, con la llegada de siete efectivos provenientes de la Cuenca Carbonífera, quienes también fueron rescatados en la ruta. Ante la consulta de la Jefatura de Policía y la Superintendencia de Seguridad, la empresa había asegurado que contaban con los medios requeridos para concretar de igual forma el relevo, lo cual también resultó ser falso.
Tras recibir un informe contradictorio y anoticiarse del lamentable panorama, el Gobierno de Santa Cruz convocó a un Comité de Crisis, coordinado por el Ministerio de Seguridad. De esta forma, se reunió a la Subsecretaría de Protección Civil y Abordaje Integral de Emergencias y Catástrofes, la Superintendencia de Seguridad y Bomberos, Gendarmería Nacional, a través de la Agrupación Zona Sur y la Unidad Regional de Río Gallegos, y el Ejército Argentino, quienes conjuntamente iniciaron la planificación inmediata y el urgente rescate.
Como parte del plan operativo, el cual fue seguido minuto a minuto por el Gobernador Claudio Vidal y el ministro de Seguridad, Pedro Prodromos, el Ejército Argentino alistó el helicóptero, al tiempo que Gendarmería Nacional dispuso del camión equipado y preparado para poder llegar al lugar, con seis personas, las cuales estaban especializados en alta montaña y servicio médico.
Luego de un arduo trabajo, comprometido por las condiciones climáticas, la caravana integrada por unas 40 personas de las distintas fuerzas, lograron llegaron al lugar, donde personal sanitario de la Gendarmería Nacional, del Ejército Argentino y del puesto de salud de La Esperanza, se tomó contacto con las personas en la Represa e iniciaron el viaje de regreso, asistidos por maquinaria de Vialidad Provincial. El periplo, demandó unas 23 horas de viaje (ida y vuelta), logrando así un exitoso rescate que no pudo haber resultado de tal forma sin el profesionalismo de cada una de las partes. Posteriormente, el Ejército finalizó la evacuación de cuatro empleados de la Represa, los cuales habían quedado en un puesto inaccesible para los vehículos.
Los efectivos rescatados: un Oficial Principal (El Calafate), el Suboficial Escribiente Iván Zenteno (28 de Noviembre); el Suboficial Escribiente, Josué Llegues (El Calafate); Cabo 1° Ismael Juárez (28 de Noviembre); Cabo 1° Braian Fernández (28 de Noviembre); Cabo Juan Molina (El Calafate); Agente Karina Aquino (El Calafate); y la Agente Julissa Ríos (Río Turbio), se encuentran en Río Gallegos, hospedados en un hotel, donde han tenido su primera reunión con las autoridades en la sala de situación de la Jefatura de Policía.
Luego del encuentro, lamentaron que la empresa haya faltado a la verdad, y destacaron el saber que la Policía Provincial “nunca no nos dejó solos”, e hicieron hincapié en la importancia del informe pormenorizado que realizará la Jefatura sobre lo acontecido, para que ninguna persona más vuelva a ser víctima de una situación similar.
Los ocho efectivos detallaron su experiencia y su estado de salud y ánimo, encontrándose en buenas condiciones a pesar del estrés sufrido. Además, comentaron diversas vivencias, a raíz de la escases de comida, lo cual los llevó a comer alimentos en estado de putrefacción, y a su vez les quedaban pocas horas de combustible, y sin agua durante los últimos cinco días. Asimismo, dieron a conocer que allí en la represa se encontraban sin equipo médico, a pesar de que convivían con cuatro operarios y uno de ellos padecía problemas de salud y se encontraba sin medicación, lo cual agravó su situación. Sumado a esto, sufrieron mentiras a diario, ya que desde la empresa les prometían que iban a ser evacuados, lo cual no sucedía.
Por último, es importante remarcar que el Gobierno va a ser inflexible ante este tipo de situaciones, donde se puso en juego la vida de las personas, motivo por el cual se tomarán cartas en el asunto y se solicitará a la empresa responsable el pago de los gastos del operativo de rescate y un informe detallado sobre la situación actual de la empresa, así como de los pagos de servicios adicionales adeudados, entre otras medidas.