Entró a la Policía de Santa Cruz en el año 2007, con toda una familia ligada a la institución. Su madre era Suboficial, estudió, se recibió y se retiró de la institución con 33 años de servicio. Como profesional fue su gran ejemplo, y de superación, para ella.
Los primeros años de carrera no tenía la confianza para ser parte de la operatividad. Fue fotógrafa policial y se desempeñó en diversas áreas como por ejemplo Operaciones Judiciales e Infantería.
Con el tiempo todo fue cambiando y decidió ir a lo operativo. “Soy madre de dos nenes, uno tiene discapacidad y también era un tema. Estaba considerado que una mamá no puede desempeñarse, tener tiempo y poder con todo, menos con un chico con discapacidad. Entonces era cambiar ese estigma que teníamos”, expresó.
Fue así que empezó a cumplir funciones en el Comando Radioeléctrico, donde encontró su lugar y actualmente es Jefa de Patrulla, con personal a cargo. Además, es escopetero policial, y tuvo reconocimientos por actos heroicos dentro de la institución policial y también por parte de la Policía Federal. Además del trabajo, se capacitó. Tiene diplomatura en psicopatía, en Trastorno del Espectro Autista (TEA), y en Discapacidad. Actualmente se encuentra estudiando paramédica profesional.
Consideró que su formación era aplicable a lo laboral, y con su experiencia personal y los conocimientos adquiridos comenzó a dar charlas sobre Concientización del Autismo, y Abordaje Policial ante personas con TEA, en la escuela de policía y en el Centro de Entrenamiento y Doctrina Policial (CEDoP).
La Sargento indicó que la mujer fue ocupando otros espacios, por fuera de lo administrativo, dejando de ser el –mal llamado- el sexo débil. “Demostramos trabajando que no es así. Me ha costado mucho pero en mi caso el puntapié inicial fue el Comando. Brindar charlas, capacitaciones y que conozcan algo nuevo, que se está cambiando, como mujer y policía fue increíble, no podía creer todo lo que habíamos hecho, sin que nadie quede afuera”, manifestó.
Por último Gálvez transmitió un mensaje a todas las mujeres en esta jornada de reflexión y reivindicación: “Decirles que no somos el sexo débil, y eso lo demostramos en acciones y trabajando. Somos mucho más fuertes de lo que creemos y podemos muchísimo más de lo que nos dicen. Que continúen, que si quieren profesionalizarse, lo hagan. Es un camino que no es fácil, pero no es imposible”.