Destinada al público infantil y con una duración de sesenta minutos, el espectáculo se desarrolla en un solitario cruce de caminos, donde dos viajeras se encuentran y se impiden, mutuamente, el paso. Ambas provienen de mundos distintos y enemistados.
Aunque viajan en direcciones opuestas, en su enfrentamiento, algunas de sus pertenencias se mezclan y de la mezcla de objetos surge, inesperadamente, un personaje simpático, ingenioso y un tanto irreverente que dice llamarse Pepo.
Es un juego escénico donde se muestra lo enriquecedora que puede resultar la fusión de mundos y culturas diferentes.
Por ello, si bien está pensado para los niños, bien es un espectáculo interesante para hacer reflexionar a la familia en general.
Están todos invitados a verla y, por último, se informa que la entrada es un bono contribución de $ 50.