Con la presencia de más de cincuenta alumnos de diferentes edades, se inició el pasado fin de semana el taller de ritmos brasileros en las instalaciones de la Escuela Provincial del Danzas y Complejo Cultural Santa Cruz. Vale la pena destacar que esta propuesta que está a cargo de la Prof. Vanesa Monier, se concreta en el marco del Programa de Capacitación Artística 2016 (PCA) para el que aunaron esfuerzos la Secretaría de Estado de Cultura y el Consejo Provincial de Educación. Las clases de dictan los sábados y domingos de 16:00 a 19:00.
“Las clases se iniciaron el pasado sábado y fue con la participación del grupo de adultos. En la oportunidad contamos con la presencia de más de treinta alumnos. Dado el entusiasmo que se generó, al día siguiente contamos con un número mayor de asistentes. Por este motivo, decidí dividir en grupos, quedando, sábados y domingos de 16:00 a 17:00 para niños. Un grupo de jóvenes y adultos tienen clases los sábados de 17:00 a 18:00 en las aulas de la Escuela Provincial de Danzas y domingos de 18:00 a 19:00 en el segundo piso del Complejo Cultural. El tercer grupo tiene clases los sábados de 18:00 a 19:00 en el segundo piso de dicho complejo y los domingos de 17:00 a 18:00 en la Escuela Provincial de Danzas”, detalló la profesora Vanesa Monier.
En relación a las expectativas para los meses venideros, la responsable del taller dijo que son muchas, especialmente porque les gustaría contar con visita de la reconocida bailarina y profesora de baile, Andrea Morena, quien es a su vez la madrina del grupo que acompaña al taller. “La idea es que los alumnos puedan tomar contacto con ella y aprender de su experiencia y conocimiento. Asimismo nos gustaría llevar adelante otras capacitaciones con Zunga y Paula Amoedo, que es participante del programa Combate, que se emite por Canal 9 de Buenos Aires. Si bien, estas actividades son están pensadas para nuestros alumnos, no descartamos la posibilidad de hacerlas abiertas para el resto de la comunidad”, agregó.
Este tipo de baile no sólo implica desarrollar una actividad física, sino también ayuda a despejar la mente y canalizar emociones. “El poder concentrarse en una coreografía hace que nos olvidemos de los problemas. A su vez, los asistentes al taller se ríen y sin querer sociabilizan con otras personas. La dinámica con la que trabajamos en nuestras clases es divertida y sencilla, lo que hace que todos puedan acceder a las mismas. Trabajamos con el objetivo de romper con las estructuras”, concluyó