Para recordar el emblemático hecho que puso fin a la controversia territorial entre ambos países también se contó con la presencia del Obispo de la Diócesis de Río Gallegos, Santa Cruz, Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur Argentinas, Monseñor Ignacio Damián Medina, quien pronunció una reflexión religiosa.
La particular circunstancia nos traslada al 29 de noviembre de 1984 en la ciudad del Vaticano, donde Argentina y Chile establecieron una relación que constituye un ejemplo de integración y cooperación, como así también establecieron la delimitación de sus fronteras desde el Canal Beagle hasta el Cabo de Hornos.
El tratado fue firmado bajo el arbitraje del Papa Juan Pablo II, quien medió para que los dos países pudieran reconciliarse y evitar una guerra, siendo el cardenal Antonio Samoré otro actor fundamental en la mediación.
Tras la emotiva ceremonia de esta recordación de la firma del tratado de paz entre los países de argentina y chile, el Jefe de Gabinete de Ministros hizo entrega de un presente al Cónsul General de la República de Chile.
Allí entonces el diplomático Blasco Torres subrayó el valor del significado de la paz. “Chile y Argentina, dieron un gran abrazo y pudieron resolver conflictos históricos, permitiéndonos una cooperación continua”, afirmó y agregó: “Celebramos 40 años de esta relación, recordando el papel esencial de la mediación eclesiástica y la importancia de mantener la amistad entre ambos pueblos”.
Por su parte, el Jefe de Gabinete de Ministros, Daniel Álvarez al ser consultado sobre tal acontecimiento, dijo que éste es “un recordatorio por sobre todas las cosas para que nadie olvide de que hace 40 años que se avanzó en el compromiso de la paz, que es tan importante para la vida de todos los seres humanos, lo tenemos que cuidar en el presente y garantizar para el futuro entre los pueblos”.
“Argentinos y chilenos -subrayó- somos una gran familia, tenemos muchas más cosas que nos unen que las que nos separan, somos pueblos hermanos, no nos olvidamos de las cosas”, recalcó.
Álvarez finalmente agradeció la presencia del Monseñor Ignacio Medina y del Cónsul Blasco Torres. “Es una humilde celebración, pero hecha desde la espiritualidad, desde el corazón y con el compromiso del trabajo en conjunto para los pueblos”.
Fuente: Secretaría de Estado de Medios y Comunicación Pública