La Región Hidrográfica del río Gallegos consiste en una extensión de territorio binacional de unos 19.306 km2, 64% de los cuales pertenecen la República Argentina. Se ubica en el rango de las regiones hidrográficas medianas a pequeñas del territorio en términos de extensión, si bien en términos de su potencialidad socioeconómica, desarrollo económico actual y densidad de población representa uno de los territorios más importantes de la provincia.
La Provincia de Santa Cruz consideró de vital importancia determinar, por un lado el estado de conservación de las poblaciones de peces de valor recreacional del río Gallegos y por el otro, el impacto en términos de la incorporación de elementos de origen antrópico al sistema de las actividades asentadas en la región. En particular puede mencionarse la actividad ganadera y las mineras en la cuenca alta, en conjunto con las actividades ganaderas y forestales en el sector chileno, así como el desarrollo e intensificación de la explotación hidrocarburífera en la porción baja de la región. Debido a que todas estas actividades están íntimamente relacionadas, se estudia la dependencia entre diferentes variables ambientales y las poblaciones de peces de la cuenca del río Gallegos, sobre todo dado el hecho de que los salmónidos, en función de sus requerimientos ambientales (aguas limpias y bien oxigenadas) pueden ser usados como indicadores de calidad ambiental, más allá de su valor intrínseco como especies explotadas recreacionalmente en el país.
Los datos y análisis respectivos procedentes de la campaña de agosto de 2017 evidenciaron aguas de buena calidad general así como de los sedimentos de fondo, tanto en el curso principal del río Gallegos como de los afluentes más importantes y que son el objetivo central de monitoreo del proyecto. Los parámetros de calidad estudiados al momento han permitido confirmar esta situación dentro de los límites de comparación con diferentes estándares de referencia internacional para aguas naturales. Los análisis disponibles permiten calificar en principio a las aguas superficiales y estacionales de la región como de una gran potencialidad para su utilización en irrigación y bebida animal, un aspecto de valor para el sector agropecuario regional, sometido en años recientes a cada vez más frecuentes eventos de sequía.
Es importante tomar en consideración que por el momento los trabajos solo han permitido caracterizar aguas de superficie durante un momento específico del año en que la cuenca produce los máximos caudales del año y varios de los parámetros fisicoquímicos incluidos en su caracterización pueden guardar una relación con la producción de caudales. Se requiere aún de estudios durante el momento de estiaje para cerrar una apropiada caracterización de las aguas superficiales de la región a lo largo del año.
El proyecto, elaborado y gestionado durante 2016 por el conjunto de organismos intervinientes, se inició durante 2017 mediante el financiamiento del Consejo Federal de Inversiones (CFI). Técnicos y profesionales de éstos intervienen desde entonces y hasta su finalización en Agosto de 2018, en diferentes etapas de trabajo, contribuyendo así a la formación específica de personal de las áreas en estos temas.