Una trayectoria marcada por los momentos especiales
La carrera de Fabiana Vega como fotógrafa comenzó hace más de 25 años, registrando los eventos más significativos de las familias. "Comencé sacando fotos en bautismos y comuniones, algo que me permitió entrar en las familias en momentos muy especiales. Con el tiempo, fui sumando cumpleaños de quince, casamientos, y así fui acompañando a muchas personas en etapas importantes de su vida”, explicó Fabiana.
A lo largo de los años, Fabiana ha sido testigo del crecimiento y las transformaciones de las familias que acompaña. "Es increíble cuando hoy, años después, algunos de esos pequeños a los que alguna vez fotografié en su bautismo, ahora me traen a sus hijos. Verlos convertidos en padres y compartir nuevamente esas etapas es una emoción única para mí. Me hace sentir parte de sus historias", resaltó.
La tradición familiar como inspiración navideña
Para Fabiana, la Navidad tiene un significado muy especial, profundamente arraigado en las tradiciones de su infancia. "Recuerdo mis Navidades con mi familia, numerosa, en una casa pequeña, pero llena de amor. Nunca faltaba el arbolito ni el pesebre. A las 12, poníamos al Niño Jesús en el pesebre, y ese era un momento que esperábamos todos. Ahora, sigo viviendo esa tradición con mis hijos y mis padres, y es algo que me llena de alegría," compartió con emoción.
La fotógrafa destaca que estos momentos no solo son parte de su historia personal, sino que también reflejan el mensaje de humildad y amor que Jesús trajo al mundo. "Jesús nos enseñó que el amor y la compasión son la base de nuestras relaciones. Su mensaje es atemporal y cada Navidad es una oportunidad para ponerlo en práctica, empezando en nuestros hogares y expandiéndolo a nuestras comunidades", amplió.
Sesiones navideñas: un nuevo espacio de conexión
Desde hace tres años, Fabiana comenzó a realizar sesiones fotográficas navideñas, un proyecto que ha crecido rápidamente y que le permite conectar con familias de una manera especial. "La foto navideña es algo mágico, único. Este año nos estamos preparando para recibir a todas las familias que quieran tener un recuerdo especial para esta Navidad. Es un regalo no solo para ellos, sino también para sus seres queridos que están lejos. Esa imagen bajo el árbol tiene un significado profundo, especialmente en un año que nos ha desafiado tanto," destacó. Fabiana invita a quienes deseen conocer más sobre su trabajo fotográfico navideño a visitarla. "Los espero en Alcorta 170 para que podamos hablar, compartir ideas y crear recuerdos únicos para esta Navidad", subrayó.
El Niño Jesús, el corazón de la celebración
Para Fabiana, el acto de poner al Niño Jesús en el pesebre en Nochebuena es mucho más que una tradición. "Poner al Niño en el pesebre siempre me ha conectado con el mensaje de Jesús: compartir con amor y felicidad, no solo con tu familia, sino también con tu comunidad. Es un recordatorio de lo que realmente importa en la vida," reflexionó.
La fotógrafa también subraya que Jesús enseñó el valor de la entrega desinteresada y la esperanza. "Jesús vino al mundo en la humildad de un pesebre para mostrarnos que el verdadero poder está en el amor y la bondad. Su mensaje nos invita a ser mejores personas, a perdonar, a unirnos y a construir un mundo más justo y compasivo", dijo.
Un deseo para el 2025: unidad y esperanza
De cara al próximo año, Fabiana expresó un deseo cargado de esperanza. "Espero que podamos atravesar esta crisis y salir adelante, que las personas cumplan sus sueños y que podamos valorar más el tiempo con nuestros seres queridos. Mi mayor anhelo es que los argentinos recordemos que todos somos una gran familia y que nos unamos en lugar de dividirnos. La Navidad es el momento perfecto para volver a eso".
Fabiana Vega, desde sus recuerdos y su trabajo fotográfico, nos invita a reflexionar sobre el verdadero significado de la Navidad: la importancia del amor, la familia y las tradiciones que nos conectan con nuestras raíces y con quienes más queremos. Con su trabajo y sus palabras, nos recuerda que la Navidad es también una oportunidad para seguir las enseñanzas de Jesús: amar sin condiciones, construir puentes y celebrar la vida con gratitud.