Es una obra que contiene escritos de su hijo, Alejandro, detenido el 17 de junio de 1975 por la Triple A, cuando tenía tan solo 20 años y se encontraba cursando el primer año de medicina y trabajando Instituto Geográfico Militar, y continúa desaparecido.
A través de 24 poemas, el joven reflejó el descubrimiento de un mundo, el de los explotados y desposeídos, de cuyo destino se haría carne para incorporarlo como objetivo de su vida.
El significativo encuentro se desarrolló en la Casa de Santa Cruz de la Capital Federal, en el marco del Mes de los Derechos Humanos y la Democracia.
Luego de las palabras de bienvenida del director de la Casa de Santa Cruz, Andrés La Blunda; y la secretaria de Estado de Derechos Humanos de la provincia, Nadia Astrada; el editor Pascual Spinelli narró el itinerario de la construcción de este libro y de la grabación de los poemas en las voces de destacados y comprometidos artistas.
Taty, después de reflexionar sobre el valor fundante de las enseñanzas que le dejó Alejandro, hizo hincapié en la relevancia de la organización y la lucha colectiva en la búsqueda de justicia y en la construcción de una sociedad más igualitaria.
En el cierre de la actividad, la gobernadora desgranó una serie de reflexiones, entre las que se destacaron su pregunta acerca de si hubieran sido posible los sucesos trágicos como la dictadura y represiones precedentes, si no hubiera habido impunidad para quienes desarrollaron las masacres de las huelgas patagónicas, así como su llamamiento a mantener viva la memoria multiplicando los encuentros, reducidos o amplios, para la reflexión colectiva.