"En mi discurso de apertura de sesiones de este año hablé de la energía productiva y social y manifesté que estoy convencida de que ambas no tienen límites en el desafío de crecer. Dije también que la energía social es uno de los pilares del desarrollo humano y es siempre una fuente de energía renovable.
Este 8 de marzo se ha puesto el eje en la mujer trabajadora. Pienso en todo lo que nos queda por hacer, si se sigue conmemorando el Día de las Mujeres es porque todavía no existe la igualdad. Pero no se trata solo de la igualdad de género. Se trata de la igualdad de oportunidades.
Estoy convencida de que debemos multiplicar las oportunidades y garantizar derechos humanos y sociales desde una energía colectiva que nos permita crecer. Las mujeres somos parte de esa energía que nos mueve. En mi caso soy ante todo una militante política. La política es transformación, y la energía es transformadora.
Pienso que tal vez por mi vocación social nunca encontré obstáculos por mi condición de género, se que se trata de un ámbito donde la mirada de la mujer es quizás especial y es un espacio donde somos protagonistas.
Esto no me impide ver la realidad de un montón de mujeres que tienen menos posibilidades por el solo hecho ser mujeres, la estructura patriarcal está enraizada en nuestra sociedad desde el comienzo.
Las mujeres nos constituimos como sujetos políticos emancipadores y formadoras de identidad. Sin inclusión los proyectos políticos terminan perdiendo legitimidad con el paso del tiempo. Tenemos un gabinete ampliado con participación equilibrada de varones y mujeres, porque una democracia sin igualdad es una democracia inconclusa y esto nos afecta a todos y todas.
Las mujeres han sido protagonistas fundamentales en la historia de nuestro continente, aunque no lo suficientemente reconocidas por sus luchas y esfuerzos. Sobran ejemplos para dar cuenta de que lo imposible sólo tarda un poco más: desde Juana Azurduy, Evita y las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo hasta Cristina, dos veces presidenta de nuestro país.
Nunca dejé de militar y de comprometerme con el otro, desde joven asumí el compromiso de trabajar por un Estado presente en los barrios. Quienes trabajamos en la función pública y entendemos que la política es la herramienta para la transformación de realidades tenemos que bregar por instituciones más representativas y estas se logran con pluralidad, paridad y diversidad.
Tenemos que trabajar en fortalecer la participación de todos y todas desde las bases porque la mirada diversa y plural es la que más nos va ayudar siempre a construir las mejores políticas públicas. Para ello debemos deconstruir miradas socio-culturales patriarcales, y biologicistas para sustituirlas por una de derechos. La igualdad es clave. No sólo es un principio constitucional, sino que promueve los derechos económicos y sociales y por ello los derechos humanos".
Publicado el 8 de marzo en La Opinión Austral.