Los bosques de Ñire cumplen un rol fundamental en la provisión de servicios ecosistémicos. Por sus características ecológicas, contribuyen a conservar la biodiversidad, capturar carbono, controlar la erosión, mejorar la calidad del agua y brindar valor paisajístico. Al mismo tiempo, sostienen una producción sustentable de bienes como la madera, la lana, la carne y diversos productos forestales no madereros.
En la provincia de Santa Cruz, los ñirantales se aprovechan principalmente bajo un enfoque silvopastoril, que permite la coexistencia del bosque nativo con la actividad ganadera. Este sistema se basa en el uso del bosque como refugio para el ganado vacuno, especialmente en invierno, y también como recurso forrajero en períodos de escasa oferta alimenticia, ya que el Ñire es una especie palatable. Además, el manejo mediante prácticas de raleo favorece la regeneración natural del bosque y el desarrollo de especies herbáceas de valor forrajero, contribuyendo así a la sostenibilidad del sistema productivo.
Desde el año 2024, el Ñire fue incorporado al Código Alimentario Argentino, lo que habilita el uso de sus hojas y brotes para la elaboración de infusiones. Se destaca que su contenido de antioxidantes es superior al del té verde. Estos compuestos cumplen una función clave al neutralizar el efecto de los radicales libres y proteger la salud.
Gracias a sus aceites esenciales, el Ñire presenta una fragancia única, compleja y sutil, con notas que evocan canela, durazno, aromas dulces, resinosos, chocolate y tabaco. Estas propiedades lo posicionan como un recurso de interés para la gastronomía, la producción de infusiones, licores y también para la industria perfumista. En 2016, un equipo de investigación identificó por primera vez la composición química de estos aceites, destacando su potencial de aprovechamiento.
Aprovechamiento de la madera
Tradicionalmente, la madera de Ñire se ha utilizado como leña o para la fabricación de postes y varas. Sin embargo, estudios recientes destacan su potencial para diversos usos industriales y artesanales.
Se trata de una madera semi-pesada, con una densidad de 0,590 g/cm³, que responde muy bien al cepillado y presenta un acabado estético atractivo. La albura posee una tonalidad blanco cremosa que contrasta con el marrón claro del duramen. Estas características la hacen adecuada para la construcción de muebles, puertas, ventanas, herramientas, trabajos de torno y objetos de artesanía.
Divulgación técnica y promoción del uso integral del Ñire
En el marco del proyecto “Uso integral de un sistema silvopastoril en bosques nativos de Ñire”, y como parte del Plan de Manejo de Bosques con Ganadería Integrada (MBGI), el Consejo Agrario Provincial (CAP), en conjunto con el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y la Universidad Nacional de la Patagonia Austral (UNPA), se lleva adelante acciones de divulgación técnica y promoción del uso sustentable de esta especie.
En la Biblioteca Virtual del Consejo Agrario Provincial se pueden consultar los materiales “Los Sabores del Ñire” y “Agregado de valor de la madera de Ñire”, que brindan información actualizada y accesible sobre las propiedades del árbol, sus potenciales usos y su aprovechamiento sustentable en la región.
El trabajo con el Ñire forma parte de una estrategia integral que el Consejo Agrario Provincial viene impulsando para promover el uso sustentable de los bosques nativos, en articulación con instituciones científicas, técnicas y educativas. En este sentido, el presidente del CAP, Adrián Suárez, destacó: “El Ñire no sólo es parte de nuestra identidad natural, también es una oportunidad concreta de desarrollo productivo local. Desde el CAP impulsamos un enfoque que combine conservación, producción y agregado de valor para que los recursos del territorio beneficien directamente a las comunidades”.
A través de estas iniciativas, el Consejo Agrario Provincial impulsa la valorización de los bienes y servicios que proveen los ñirantales, promoviendo su uso integral en el marco de una gestión sostenible de los bosques nativos. Esta línea de trabajo contribuye al desarrollo territorial equilibrado, con una mirada estratégica sobre la conservación, la producción y el fortalecimiento de las economías regionales en Santa Cruz.