Desde su llegada, los brigadistas han trabajado con herramientas manuales y equipos de agua, utilizando motobombas y mangas para contener las llamas. Además, han abierto fajas y líneas cortafuego, medidas clave para evitar la propagación del fuego en la zona.
El operativo cuenta con el apoyo de medios aéreos de gran capacidad, como un Boeing 737 de la provincia de Santiago del Estero y helicópteros Super Puma y Black Hawk, empleados tanto para el traslado de brigadistas como para la descarga de agua sobre los focos activos. El sábado, el equipo de Santa Cruz fue transportado en helicóptero hasta la zona de trabajo, con repliegue aéreo al finalizar la jornada.
Una de las medidas de seguridad esenciales en este operativo es el control sanitario diario. Antes de cada jornada y al regresar del incendio, el equipo médico del Gobierno de Neuquén realiza chequeos de pulso, oxigenación y presión arterial a cada combatiente para garantizar su estado físico óptimo.
Sobre la labor de los brigadistas santacruceños, el presidente del CAP, Adrián Suárez, destacó: "Nuestros brigadistas están haciendo un trabajo enorme en un incendio de gran magnitud. Sabemos lo que significa estar en el frente de batalla contra el fuego y valoramos el esfuerzo de cada uno de ellos".
El Consejo Agrario Provincial mantiene una comunicación constante con los brigadistas, asegurando la logística necesaria para su desempeño en el operativo y actualizando a la comunidad sobre el desarrollo de las tareas.