En referencia a las prestaciones médicas, las personas con este síndrome que cuenten con Certificado Único de Discapacidad, contarán con una cobertura al 100% de todos los servicios profesionales inherentes a la patología.
“La atención en referencia a la discapacidad en sus caracteres intelectuales o físicas está garantizada”, explicó el auditor médico Marco Antonio Paneque.
No obstante, el objetivo de esta fecha es invitar a una reflexión colectiva sobre lo diverso e inclusivo que son los espacios sociales, desmitificando las falsas premisas que generan barreras a la hora de reconocer a lxs pacientes como sujetos de derecho.
“No todas las personas con Síndrome de Down tienen discapacidad intelectual severa y esto no limita el desarrollo de, por ejemplo, una carrera universitaria o una vida independiente”, agregó el doctor de la Caja.
El profesional de la salud explicó que tendemos a creer que la esfera afectiva sexual es incompatible con las personas con discapacidad. Explicó que “la diferencia o la diversidad no deja de ser parte de la sociedad y necesitamos espacios de escucha inclusivos con todo lo que genera tabú o perjuicios; discapacidad, enfermedades de transmisión sexual, enfermedades poco frecuentes, género, raza”.
“Otro mito a derribar es la expectativa de vida. Se creía que rondaba los 40 años, pero gracias a los avances médicos y tecnológicos se ha ampliado la brecha y se ven pacientes más longevos, que envejecen”, agregó Paneque.
Entender que el Síndrome de Down cuenta con patologías que no son exclusivas de dicha enfermedad como trastorno del lenguaje, impulsividad y déficit de atención es el primer paso para gestar realidades amigables y respetuosas con cada uno de los diagnósticos, dentro y fuera de las instituciones de salud.