Durante la jornada, los participantes pudieron reconocer y explorar la fauna y el entorno natural, comprendiendo su importancia y valorando la diversidad que lo compone. A través de recorridos guiados y actividades de observación, se promovió una mirada más atenta y consciente sobre el medio que los rodea.
Uno de los aspectos destacados fue el fomento del respeto por la naturaleza y los valores ecológicos. Los alumnos participaron en dinámicas que invitaron a reflexionar sobre el cuidado del planeta, la preservación de los recursos y el impacto de las acciones humanas en el medioambiente, interiorizando hábitos sustentables y desarrollando una actitud responsable hacia la conservación.
La salida también favoreció el desarrollo de habilidades sociales, de comunicación y de trabajo en equipo. Mediante desafíos grupales y momentos de intercambio, los participantes aprendieron a escucharse, coordinar acciones y resolver situaciones de manera conjunta, fortaleciendo la convivencia y el sentido de pertenencia.
Además, el entorno natural ofreció un escenario ideal para estimular la sensibilidad sensorial y la apreciación del paisaje, permitiendo a los participantes conectarse con sonidos, colores y texturas propias del lugar. Este contacto directo promovió el bienestar emocional, brindando un espacio de calma, disfrute y conexión personal.
En síntesis, la experiencia permitió disfrutar de una jornada diferente, al mismo tiempo que generó conciencia sobre la importancia de conservar el medioambiente, reafirmando la necesidad de seguir promoviendo prácticas ecológicas y actitudes comprometidas con el cuidado del planeta. La salida se convirtió en un valioso aprendizaje al aire libre, donde la naturaleza se erigió como la principal maestra.