Esta labor que ya lleva más de 40 años tiene como resultado los 130 nietos y nietas cuya identidad de origen fue restituida. La fecha que está incluida en el calendario escolar de la provincia de Santa Cruz, habilita una oportunidad para reflexionar sobre esta temática con los estudiantes, las familias y la comunidad.
La elección del día tiene fundamento en el hecho de que un 22 de octubre de 1977, un grupo de 12 mujeres, inició un camino de lucha por la aparición con vida de sus hijos y, a la par, buscaban a sus nietos secuestrados junto a sus padres o nacidos en cautiverio en centros clandestinos de detención.
Este hecho histórico puso en evidencia que el derecho a la identidad debía ser explicitado para que fuera considerado un derecho humano fundamental y, por lo tanto, una responsabilidad de los estados garantizarlo.
El Derecho a la Identidad es el derecho de cada uno, de cada una, a ser uno/a mismo/a, el derecho a saber quién somos y quién queremos ser. Los Derechos Humanos fundamentales como la libertad, la alimentación, la vivienda digna, el trabajo, la salud, la educación, son más fáciles de comprender y apreciar, no requieren de grandes explicaciones para que se entienda su razón. Sin embargo, este derecho fundamental no se ve a simple vista, tal vez porque es tan obvio que pareciera no tener que explicitarse.
La lucha de las Abuelas de Plaza Mayo construyó un camino para conquistar un derecho que es de todos y todas. El delito de la desaparición forzada de miles de argentinos y apropiación de niños/as y nietos/nietas impactó a nivel colectivo.
La sociedad en su conjunto fue víctima del terrorismo de Estado, sus marcas persisten hasta hoy y hacer justicia por los/las desaparecidos/as, así como saber qué paso con cada niño/a es parte del proceso de memoria, verdad y justicia colectivo.