Al respecto, la directora de la Escuela Provincial de Educación Primaria Rural Nº 34, Vivian Solari, quien también está a cargo del Colegio Provincial de Educación Secundaria Itinerante Nº 35 y de la salita que hace las veces de Jardín de Infantes, dijo que la docencia rural es un trabajo hermoso pero conlleva mucha exigencia.
Por eso enfatizó sobre la posibilidad que el complejo de cuatro pequeños edificios que conforman la estructura escolar en este paraje situado a unos doscientos kilómetros de Río Gallegos, cuente con el servicio de luz las veinticuatro horas.
“Nos da paz, tranquilidad y nos alberga a los docentes, a los chicos y a las familias” describió y, tradujo esa sensación de contención a través de un ejemplo. “Tener luz todo día –reseñó- facilita, entre otras cosas, el llamado y la llegada de una ambulancia si un alumno tiene un broncoespasmo”.
“Todo padre sabe de urgencias cuando se enferma un hijo. Nosotros tenemos una gran responsabilidad porque los padres confían en el cuidado que nosotros le brindamos a sus hijos, sobre todo a los que viven acá”, agregó.
Cabe destacar que la escuela cuenta con un sistema de energías renovables, instalado para brindar energía eléctrica las veinticuatro horas del día y que se logró a partir de un convenio que firmó, oportunamente, el Instituto de Energía de la Provincia de Santa Cruz con las empresas ENAP y Conoco Philiphs, dentro de los Acuerdos de Responsabilidad Social que suscriben las compañías que operan en jurisdicción provincial.
En ese marco se acordó instalar sistemas de energías renovables en cuatro establecimientos educativos rurales a partir de la cantidad de energía que demandaran para su funcionamiento y que brindaran alojamiento a estudiantes.
En ese contexto, resultó favorecido el colegio de Fuentes del Coyle que a partir de la finalización de las obras reemplazó los motores a combustión que permitían luz durante un horario determinado del día y dio paso a un sistema de fotovoltaicos y eólicos que no sólo posibilitan el servicio durante toda la jornada sino que también reducen los costos y no son contaminantes ya que no se producen a partir de elementos fósiles.
Más adelante, consultada sobre la matrícula, la docente informó que cursan estudios unos cuarenta y cinco chicos, de los cuales unos treinta y cuatro viven en el establecimiento y otros once, como las distancias lo permiten, van y vuelven a sus hogares.
Sin embargo, Solari indicó: “Estamos trabajando para ampliar la cantidad de alumnos que se puedan albergar la escuela, porque en el contexto de ruralidad si nosotros no tenemos espacio para sumar a los estudiantes, ellos tienen que irse a estudiar a una ciudad y las familias se separan”.
Por otra parte habló de las metas que se quieren alcanzar, más allá de lo estrictamente, educativo y, en ese sentido, aclaró: “Nuestro objetivo es demostrarle a los chicos que se puede tener una escuela autosustentable y, a partir de ese concepto entiendan que hoy, por ejemplo, la energía, permite mejorar el día a día de nuestra vidas pero también lograr cosas como tener un vivero o un criadero de gallinas”.
“Hay que volver a trabajar el concepto autosustentabilidad y volver a inculcarlo en los chicos en beneficio de su desarrollo» expresó, en tanto, aseguró que esa formación «la escuela tiene una función muy importante”, agregó.
En esa línea de pensamiento, también mencionó que están trabajando un proyecto de curtido artesanal de pieles, no sólo porque hace a las posibilidades sino también porque tienen el recurso. “Es una actividad característica de Santa Cruz que se está perdiendo y porque representa una alternativa económica a otras posibilidades que generan recursos, entre ellas, el turismo”, concluyó.