Respecto a la iniciativa, Bibiana García Pacheco, integrante de la Dirección General de Educación Artística destacó que el Gobierno de Santa Cruz impulsa esta propuesta en la medida que considera que, también, es una parte importante de la Escuela Provincial de Música ReSi. “La misma se da en función de que tenemos estudiantes que tocan muchos instrumentos, de hecho, estamos comprando más instrumentos que exigen su reparación y su mantenimiento”, agregó.
Por otra parte indicó que la propuesta forma parte de un proceso de formación. “Lxs chicxs que están en la orquesta tienen que saber que cuando un instrumento se cae, se golpea, se descalibra pierde su punto. Es ahí que no suena igual. Y si no suena igual, un joven está haciendo demasiado esfuerzo, al sentir que no suena bien, por ejemplo, en un día de ensamble colectivo no suena como dice la partitura”, afirmó.
“Hemos retomado este proyecto que ya estaba desde el 2007/2008, Santa cruz ha hecho otro esfuerzo y otra inversión en función a lxs estudiantes. Traer a Matías Cara que es un luthier de mucho prestigio, además muy accesible y generoso”, resaltó.
Cabe destacar que empezaron a realizar un taller, pero con la metodología taller-escuela de luthería para formar formadores. “Ese es nuestro objetivo. Cuando uno dice formar formadores, es enseñar un método de trabajo, una técnica específica y, a su vez, respetar ese espíritu artesanal que tiene la lutheria que es la minuciosidad, con la manualidad y la paciencia, y también por el amor a la música”, explicó la integrante de la Dirección General de Educación Artística.
En ese sentido, expuso que se puede amar la música a través del instrumento. “Para un luthier no hay mayor felicidad que su instrumento suene bien, y otra felicidad es entregárselo a un joven que sabe que lo va a tocar”, agregó.
Bibiana García Pacheco manifestó que esta fue una etapa de capacitación hacia dentro del sistema. “Teníamos dos o tres profesores, que tenían un perfil acorde para eso, también invitamos a profesores del conservatorio para que se sumen y también a otras personas que son de la localidad. Invitamos a un luthier de El Calafate, que encontramos en esta búsqueda, con personas que eran autodidactas, que estaban haciendo instrumentos o arreglando a cada localidad”, detalló.
La primera etapa es formar formadores multiplicadores y poner punto los instrumentos, es decir, reparar. La segunda etapa es enseñar a lxs niñxs y a lxs docentes como deben enseñarles a guardar a cuidar el instrumento. Y, por último, la tercera etapa es multiplicar. Es decir, que el año que viene se empezará a intercambiar conocimientos con otras localidades.
Además se refirió a la articulación con la educación técnica. “Esta articulación sería dos cosas, utilizar espacios que tiene ellxs, utilizar herramientas, acceder a compras de herramientas a través del presupuesto que maneje la educación técnica”, remarcó.
Por otro lado, en la Universidad Nacional Tecnológica, hay estudiantes en formación de carpintería. Es por ello que están pensando en realizar un proyecto de formación conjunta, donde poder reparar los instrumentos y cuidarlos.
Para concluir, dijo que esta tercera etapa de retomar la construcción de violines, se dio en este caso, con Matías Cara que fue de cuerdas pulsadas y construcción con maderas locales.
“Tenemos muchísimas proyecciones, ya que la Escuela Re Si tiene una fuerte inserción comunitaria, el día de mañana poder armar un micro emprendimiento, miles de multiplicaciones”, puntualizó.