La represión violenta incluyó golpes y detenciones de profesores, estudiantes y trabajadores universitarios, lo que resultó en la "fuga de cerebros" de muchos académicos destacados. Esta pérdida de talento tuvo un impacto duradero en el desarrollo científico y cultural de Argentina. "La Noche de los Bastones Largos representa una cicatriz imborrable en la historia argentina. Fue un ataque no solo a las personas que formaban parte de la comunidad universitaria, sino también a los valores fundamentales de una sociedad democrática" dijo Rubén Fernández, subsecretario de Derechos Humanos de la Provincia de Santa Cruz.
Este episodio debe servir como un recordatorio constante de la importancia de defender los derechos humanos, la autonomía universitaria y la libertad académica. La historia de "La Noche de los Bastones Largos" muestra cómo la represión estatal puede silenciar voces críticas y frenar el avance del conocimiento.
"Recordar este evento es un deber de todos, ya que nos enseña sobre la importancia de proteger y promover los derechos humanos, y de nunca permitir que la violencia y la represión tomen el lugar del diálogo y el respeto mutuo. Para este gobierno provincial es de suma importancia nuestra historia, construimos un futuro en una Santa Cruz, que Trabaja, Educa y Produce, " agregó Fernández.