En medio de anécdotas e historias, el grupo del taller conversó con la titular de la cartera Social sobre cómo este espacio de aprendizaje y saberes ha generado un sólido grupo de amigas. Estas mujeres no solo confeccionan tejidos de gran calidad, sino que también comparten experiencias de vida, demostrando una gran pertenencia a la institución comunitaria.
Las actividades de tejido desempeñan un papel crucial en la vida de las personas adultas mayores. Además de ser una forma creativa y productiva de pasar el tiempo, el tejido ofrece numerosos beneficios. Participar en un taller de tejido brinda a las personas adultas mayores una valiosa oportunidad para socializar y establecer nuevas amistades. Estos encuentros regulares ayudan a combatir la soledad y el aislamiento, creando un sentido de pertenencia y comunidad.
Estos espacios permiten a las participantes compartir sus conocimientos y técnicas de tejido, aprender unas de otras y mejorar sus habilidades. La transmisión de saberes entre generaciones también es una parte enriquecedora de estos talleres. El tejido requiere concentración, coordinación y planificación, lo que ayuda a mantener la mente activa. Este tipo de actividad puede contribuir a mejorar las habilidades cognitivas y la memoria, siendo una herramienta útil para mantener la agudeza mental en la tercera edad.
La creación de piezas tejidas puede ser muy gratificante y ofrecer una sensación de logro y orgullo. Además, el acto repetitivo y meditativo del tejido puede tener efectos relajantes y reducir el estrés.
El taller de tejido en el CIC Belén es más que un lugar para aprender una habilidad; es un espacio donde se fortalecen los lazos sociales, se promueve el bienestar emocional y se mantienen activas las capacidades cognitivas de nuestras adultas mayores. Estas actividades son esenciales para fomentar un envejecimiento saludable y activo.